Los bancos verdes de servicio público ofrecen el potencial del control local sobre la financiación pública. En lugar del financiamiento convencional que separa el capital de comunidades particulares, los bancos de servicios públicos sin fines de lucro pueden proporcionar préstamos para apoyar desarrollo comunitario de energía renovable y a las empresas relacionadas.
Política De Apoyo:
Los bancos locales pueden estar legalmente obligados a proporcionar créditos económicos y accesibles a las cooperativas y otros proyectos en sus localidades. Dichos mecanismos de financiación pueden estimular un efecto multiplicador, lo que permitiría que la financiación circule local y regionalmente.
¿Aumenta La Capacidad Comunitaria?
Posiblemente. El desplazamiento de la financiación tradicional que maximiza los beneficios es una condición necesaria —pero no lo suficiente— para la participación democrática en una transición verde.
¿Riesgos Y Desventajas?
Las instituciones financieras pueden ser ininteligibles, y los modelos para una verdadera participación popular de la comunidad o del gobierno son escases, especialmente dado que la tendencia a asumir «independencia» de los órganos políticos representativos es un componente necesario del comportamiento institucional responsable.
Ejemplos Inspiradores:
El Connecticut Green Bank fue establecido por la Asamblea General de Connecticut en 2011 y es visto actualmente como un modelo líder de las finanzas de energía limpia y del movimiento del banco verde en EE. UU. Como el primer banco ecológico a escala nacional, aprovecha los fondos públicos y privados para apoyar el desarrollo de energía renovable y los proyectos de eficiencia energética al mismo tiempo que crea empleos en Connecticut.