En lugar de financiar el derecho de contaminar (como sucede a través del cap and trade, o «comercio de derechos de emisión»), el comercio y dividendos (cap and dividend) maneja la atmósfera como un bien común y hace que los contaminadores paguen una tarifa que sea otorgada como un ingreso básico garantizado o como un subsidio orientado a los recursos para compensar de forma significativa mayores costos de energía. La carga de contaminación aumenta a medida que la contaminación total disminuye.
Política De Apoyo:
Establecimiento de permisos de contaminación/estructura de honorarios y sistema para el pago de dividendos. El sistema de permiso/honorarios puede adaptarse a las partes de los acuerdos existentes de capitalización y comercio.
¿Aumenta La Capacidad Comunitaria?
Podría ayudar a generar apoyo comunitario para la energía limpia, es difícil discutir teniendo un cheque en el buzón. Sin embargo, no ayuda a las comunidades excluidas, a menos que una parte de los honorarios recaudados sean invertidos en alternativas energéticas sostenibles que beneficien económicamente a esas comunidades, o a menos que el dividendo esté sujeto a pruebas (como el Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo, EITC). Tiene un potencial significativo para poner fin a la dependencia económica que tienen las comunidades hacia los sectores energéticos extractivos.
¿Riesgos Y Desventajas?
No necesariamente aborda las discrepancias geográficas en la generación de energía sucia. Debe ser estructurado para que disminuya la energía sucia con el paso del tiempo, en vez de motivar políticamente su permanencia eterna.
Ejemplos Inspiradores:
Un precedente imperfecto es el Fondo Permanente de Alaska, el cual ofrece un dividendo a los residentes a través de las sumas percibidas por la extracción de petróleo, pero que no impulsa el desarrollo de la energía limpia.